Su primera canción de cuna fue una cumbia. Después, cuando Naranja Dulce -el grupo de canto y baile de sus padres- salió de gira a buscarse un futuro, Elisa se quedó con su abuela en Santa Fé,¿entre la plancha y el rociador-, y eligió otra música. Sin grandes anhelos, aceptó una invitación de su tía que prometía un paisaje diferente -el de Jujuy- y algunas palabras en inglés. Pero el diablo se interpuso y empujó su destino hacia el norte del norte. Así llegó a Tilcara, donde allí, una voz de niña de piedra y el silbido de un viejo la alertaron del peligro. Elisa siente la amenaza en el cuerpo, y solo aliviará su pena cuando encuentre la música de sus propias palabras

 

Autor

ELISA, LA ROSA INESPERADA

$15.000
Sin stock
ELISA, LA ROSA INESPERADA $15.000

Su primera canción de cuna fue una cumbia. Después, cuando Naranja Dulce -el grupo de canto y baile de sus padres- salió de gira a buscarse un futuro, Elisa se quedó con su abuela en Santa Fé,¿entre la plancha y el rociador-, y eligió otra música. Sin grandes anhelos, aceptó una invitación de su tía que prometía un paisaje diferente -el de Jujuy- y algunas palabras en inglés. Pero el diablo se interpuso y empujó su destino hacia el norte del norte. Así llegó a Tilcara, donde allí, una voz de niña de piedra y el silbido de un viejo la alertaron del peligro. Elisa siente la amenaza en el cuerpo, y solo aliviará su pena cuando encuentre la música de sus propias palabras

 

Autor