Estela Nanni de Smania, Virginia María Piñón, Luis Saavedra
Comunic-Arte
Páginas: 92
ISBN: 978-987-602-028-2

Mi abuela, Maripepa del Cobertizo, tenía un secreto bajo siete llaves. Era el secreto más guardado, el más oculto, el que no se puede nombrar porque no hay palabra que lo nombre. Al principio, cuando me enteré, me llené de terror, es cierto, pero después el terror se fue esfumando y tomó la forma de un deslumbramiento(...) "Para quitarnos las tristezas, Maripepa nos reunía bajo las estrellas, sobre la tierra humedecida, y nos contaba historias. Las palabras le salían a borbotones de entre los pocos dientes, la lengua se le movía como si le bailara dentro de la boca. Y todos, hipnotizados, la veíamos agigantarse, embellecida. Ella conseguía domesticar el tiempo. Lo hacía avanzar o retroceder a su antojo. O lo dejaba quieto, como si ya hubiera alcanzado la eternidad. Hasta que a nosotros se nos caían los párpados y nos envolvía la niebla del sueño que cada uno habría de soñar".

Bajo siete llaves

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Estela Nanni de Smania, Virginia María Piñón, Luis Saavedra
Comunic-Arte
Páginas: 92
ISBN: 978-987-602-028-2

Mi abuela, Maripepa del Cobertizo, tenía un secreto bajo siete llaves. Era el secreto más guardado, el más oculto, el que no se puede nombrar porque no hay palabra que lo nombre. Al principio, cuando me enteré, me llené de terror, es cierto, pero después el terror se fue esfumando y tomó la forma de un deslumbramiento(...) "Para quitarnos las tristezas, Maripepa nos reunía bajo las estrellas, sobre la tierra humedecida, y nos contaba historias. Las palabras le salían a borbotones de entre los pocos dientes, la lengua se le movía como si le bailara dentro de la boca. Y todos, hipnotizados, la veíamos agigantarse, embellecida. Ella conseguía domesticar el tiempo. Lo hacía avanzar o retroceder a su antojo. O lo dejaba quieto, como si ya hubiera alcanzado la eternidad. Hasta que a nosotros se nos caían los párpados y nos envolvía la niebla del sueño que cada uno habría de soñar".